martes, 30 de abril de 2013

CONTROLA TUS EMOCIONES Y CONTROLARÁS EL DOLOR DE TU ESPALDA



 Podrá parecer mentira o un cuento chino, pero lo cierto es que numerosos estudios han demostrado que cuerpo y mente van de la mano.
El dolor de espalda pueden desencadenarlo diferentes factores, pero entre ellos se encuentran tus emociones, pudiendo ser la causa principal del problema, o contribuyendo enormemente a agravarlo.  Salvo casos concretos en los que las molestias de espalda las provocan situaciones determinadas (accidentes, patologías graves o problemas congénitos), el resto de veces podremos evitar que este dolor aparezca o ayudar a que remita lo antes posible, conociendo nuestras sensaciones, sentimientos y pensamientos propios.


El dolor no es más que una señal de nuestro organismo que nos avisa de que algo no va bien. Para contraatacar, solo tenemos que prestarle atención y pararnos a pensar en las posibles causas. Es decir, conocerse para curarse.

De cualquier forma, hay algo en pleno siglo XXI que afecta prácticamente al total de la población, y que influye en gran medida en este problema: el estrés. Al parecer, estar estresados o con ansiedad produce que nuestro organismo libere gran cantidad de adrenalina, provocando mayor contractura muscular y tensión.



Inevitablemente, esto afecta a nuestra estructura corporal, a nuestro sistema esquelético, que es el que nos sostiene. Gracias a él, podemos hacer frente a la gravedad y el movimiento, y además de proteger nuestros órganos y vísceras, nos permite mantener una postura y estabilidad determinadas. Por ello, ya sea el estrés, la ansiedad u otras emociones, nuestro sistema podrá verse perjudicado y alterado, afectando a nuestro día a día, e influyendo en la postura que nuestro cuerpo irá adoptando con el tiempo.

Solo con la postura de una persona podemos saber cuáles son sus emociones.
Algunos estudios revelan que las personas con pensamientos depresivos suelen tener retracción de hombros; las personas agresivas mantienen una postura interiorizada con el cuello hacia atrás; y las que están afligidas se encorvan o bajan la cabeza.

Estos son solo algunos ejemplos de que el sistema nervioso, mediante neuronas, neurotransmisores e impulsos eléctricos permite que el pensamiento llegue al tejido muscular en forma de una acción y, quizás, de una contracción voluntaria o no, produciendo en nosotros el típico malestar y dolor de espalda.
Igualmente, nuestras emociones provocarán respuestas que se traducirán en pensamientos conscientes o inconscientes, que a través del sistema nervioso, llegarán a nuestros músculos, órganos, vasos sanguíneos o la propia piel, por lo que también serán causantes de otro tipo de alteraciones físicas, que podremos controlar solo apaciguando los sentimientos que lo provocan.


¿Cómo podemos ponerle solución al dolor de espalda?  Pues como veis, en muchos casos dependerá del grado de control que tengamos de nuestro pensamiento. Ya hasta los especialistas y médicos intentan averiguar cómo se encuentran nuestras emociones para ver si son o no el problema causante del dolor.

De cualquier forma, y aunque por supuesto que un buen tratamiento spa y un masaje relajante o descontracturante nos ayudarán enormemente a recuperar el equilibrio físico y mental que necesitamos para estar bien en nuestro día a día, a veces estos síntomas tienen más que ver con malos hábitos de vida, sedentarismo, malas posturas o situaciones ajenos a nosotros que quedan fuera de nuestro control, como pueden ser los mencionados accidentes o algún tipo de enfermedad.





martes, 23 de abril de 2013

REALIZA TU PUESTA A PUNTO!


EL VERANO SE ACERCA y es hora de realizar nuestra puesta a punto. Llegó el momento de equilibrar la balanza y preparar a nuestro cuerpo y rostro para afrontar las altas temperaturas y lucir una figura escultural.


Nos quedan 2 meses para la llegada del auténtico periodo estival, de forma que contamos con tiempo suficiente para alcanzar los resultados que buscamos.

¿Cómo hacerlo? Estos son algunos consejos que puedes seguir:



1.  Exfolia en profundidad tu cuerpo; piernas completas, espalda y brazos.
Elimina celúlas muertas para que tu piel respire y permita que los 

nutrientes que posteriormente le aportes sean correctamente absorvidos.

Haz lo mismo con la piel de tu rostro. Para ello y, dependiendo de cuánto lo necesites, puedes apoyarte en aparatología especializada que a día de hoy da excelentes resultados (por ejemplo, la microdermoabrasión con punta de diamante, el peeling ultrasónico...).

Es recomendable que la exfoliación profunda se realice cada 15 o 30 
días. Aparte, siempre es bueno que una vez a la semana  exfolies 
suavemente tu piel.



2.  Apórtale a tu piel los nutrientes que necesita.
A diario aplícate una crema corporal adecuada para tu tipo de piel después de la ducha; si tienes la piel seca, date crema por la mañana y por la noche, y si más bien la tienes grasa, conviene que la uses tan solo una vez al día.
Para el rostro seguiremos el mismo ritual; tras limpiar la piel con los productos adecuados, hidrátala con la crema que más beneficiosa sea para tu tipo de piel.

Aparte de esto, en los salones de belleza podrás realizarte tratamientos específicos orientados a diferentes fines: los hay con vitamina C para hacer frente a los radicales libres y evitar el envejecimiento prematuro que el sol puede provocarte en verano; los hay para pieles sensibles, ayudándolas a recuperar el equilibrio y la hidratación que necesitan para no mostrar un aspecto cansado y sin brillo con las altas temperaturas que se avecinan; hay tratamientos que son terapia de choque contra las arrugas, evitando que estas se potencien en los meses de más calor a los que nos enfrentaremos; y hay muchos más, como los tratamientos antiestrés, que como es sabido, provoca alteraciones internas en nuestra organismo, que terminan por exteriorizarse de manera negativa.
 

3. Aliméntate adecuadamente.

Siempre es bueno comer sano a lo largo del año, pero como nos quedan solo 2 meses para poder prepararnos, ahora más que nunca debemos ser disciplinados.

Es imprescindible que evitemos comer grasas, sobretodo por la noche. Debemos intentar cocinar con la menor cantidad de aceite que podamos, y decantarnos por las frutas y las verduras como elemento principal de nuestros platos.
Además, el alcohol, los refrescos con gas y los dulces quedan prohibidos si queremos conseguir unos buenos resultados. 
   


4. Puesta a punto con aparatología.

Hoy día contamos con la ayuda de aparatología avanzada que, junto con una alimentación sana y con un mínimo de actividad deportiva, nos facilitan la obtención del cambio físico y estético que deseamos. Perder kilos, eliminar celulitis o acabar con las arrugas con las que ya contamos podemos conseguirlo en un corto espacio de tiempo.

En este caso no hay una recomendación concreta; cada uno de vosotros tenéis que mirar qué zona de vuestro cuerpo os gustaría mejorar, y comentarlo en el salón del belleza al que soláis acudir. Allí os recomendarán qué aparatología o combinaciones os son más  favorables.



5. No te olvides del deporte.

Para muchos es complicado por el horario de trabajo, a otros no les gusta o les da pereza acudir al gimnasio, y otros consideran que están en forma y no lo necesitan.
Lo cierto es que ni es necesario ir a un centro deportivo, ni tampoco es imprescindible que la actividad física consista en  levantar pesas. Esto va a depender de la situación en la que cada cual se encuentre; hay personas que necesitan mejorar la circulación, otras que requieren una actividad aeróbica para eliminar los kilillos de más, y otras que precisan acabar con la flacidez.
De cualquier forma, hay cosas que a todos nos van a venir bien, y que sí son recomendables en general: caminar a paso rápido, 

nadar en la piscina o pasear en bicicleta contribuirán a alcanzar 

nuestro objetivo.



                                  No lo pienses  más y comienza tu puesta a punto!