ÁCIDO HIALURÓNICO. SECRETO DE DIOSES

El aliado de grandes estrellas y ahora también el tuyo propio. En cosmética, el ácido hialurónico te permite mantener la piel como la seda, joven, luminosa y totalmente hidratada, y lo mejor es que no es necesario recurrir a los tradicionales tratamientos con infiltraciones, salvo en casos en los que se busque un claro efecto relleno o una corrección en profundidad.

El ácido hialurónico es un componente natural de nuestro organismo, pero con la edad la producción de este ácido desciende y comienzan a aparecer síntomas de deshidratación y falta de elasticidad en nuestra piel, lo que se traduce en arrugas, aspereza, y falta de luminosidad. Además, comenzamos a tener problemas de huesos, articulaciones y demás aspectos del cuerpo en los que día a día contribuyen esos depósitos de ácido hialurónico.
Por ello, más vale prevenir que lamentar, y desde un primer momento cuidarnos para evitar la aparición de signos de envejecimiento que, después, serán más complicados de eliminar.

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VAMOS A DARTE LAS CLAVES PARA MANTENER LA PIEL SIEMPRE JOVEN!

Técnicamente el ácido hialurónico está constituido por cadenas de carbohidratos complejos (disacáridos de ácido n-acetil glucosamina y ácido glucorónico por molécula) y deriva de la unión de aminoazúcares y ácidos urónicos. Esta cadena se sitúa formando espirales y mantiene una estructura ligera pero viscosa.
Se encuentra en todas las células de nuestro cuerpo y tiene más o menos concentración dependiendo de donde esté localizada. El problema es que la molécula de ácido hialurónico tiene poca vida (3 días), y se rompe rápidamente, por lo que es necesario que el organismo lo esté produciendo continuamente.

Entre sus principales funciones se encuentra la de proteger las uniones óseas y las articulaciones, actuando en gran medida como un lubricante que evita el rozamiento de los mismos y acentúa su protección haciendo de mullido cojín y rellenando los espacios de manera natural.
Se encuentra en diferentes zonas de nuestro organismo, pero principalmente localizamos las mayores concentraciones en la piel, cartílagos y articulaciones.

En el caso de la piel, el ácido hialurónico contribuye a darle volumen y a evitar por tanto la aparición de arrugas. De ahí el por qué cuando se es joven estas no existen, pero conforme nuestro organismo deja de producir este ácido en la misma proporción, comienzan a dar señales sin parar.
El hialurónico garantiza la correcta regeneración de la piel y reconstruye las fibras que sostienen los tejidos de la misma. Además, posee la gran capacidad de retener el agua en un porcentaje equivalente a mil veces su peso, ayudándonos a engrosarla y mantenerla en constante hidratación. Esto es lo que ocasiona ese efecto relleno que impide la visibilidad y aparición de las temidas arrugas, tanto en personas ya maduras como en jóvenes que fuerzan en extremo sus expresiones (arrugas de expresión), y van marcando poco a poco el entrecejo, la comisura de la boca al reírnos y hacer muecas, la frente al mostrarnos demasiado expresivos, etc.
El que este ácido, tanto en producciones naturales del cuerpo como en aportes o tratamientos estéticos, nos permita esas enormes retenciones de agua es algo más valioso de lo que podemos imaginar, pero cuando muchos vienen a darse cuenta de esto, ya lucen descomunales arrugas complicadas de disimular.

El agua ayuda a casi todas las funciones del cuerpo humano. Nuestro cuerpo es casi 2/3 agua, siendo esta la encargada de componer en su mayoría la totalidad de nuestras células. Gracias a ella logramos, entre otras muchísimas cosas, una correcta regeneración de la piel, y evitamos que esta se deteriore, reseque y resquebraje. Por ello, y sabiendo que el hialurónico cuenta con ese inmenso poder de retención de agua, tenemos la clave para lograr una piel viva, tersa y joven a lo largo del tiempo.

                                         

Hay personas que conocen este gran secreto de belleza, y no dudan en realizarse periódicamente su tratamiento con hialurónico. Este ácido garantiza el mantenimiento de esa elasticidad necesaria para evitar la aparición o para combatir totalmente las arrugas que llegarían con la edad, al tiempo que logramos mantener el rostro totalmente luminoso e hidratado.
Como mencionábamos al comienzo de esta entrada, a día de hoy no es necesario acudir a tratamientos con agujas salvo en casos excepcionales en los que se desea profundizar considerablemente, corregir problemas específicos o estilizar alguna parte del cuerpo (sobretodo pómulos, labios…).

Actualmente se cuenta con mesoterapia virtual o radiofrecuencia facial, ambas impresionantes aparatologías que pueden ofrecernos efectos inmejorables junto al hialurónico y en muy poco tiempo, sin necesidad de agredir nuestra piel más allá de lo necesario. Además, ahorrarás dinero y evitarás los antiestéticos y dolorosos hematomas.


                                              

Igualmente, y como también mencionábamos, el hialurónico ayuda a que nuestro sistema y estructura ósea se ajusten y funcionen como deben para evitar que el paso del tiempo perjudique nuestra agilidad y movimiento. Y como la producción de este ácido deja de ser la misma con los años, hay muchas personas que optan por recurrir a aportes medicinales o de herboristería, o a ampliar en su dieta esos alimentos que contienen mayores concentraciones del mismo (serían, por ejemplo, alimentos ricos en almidón, vegetales, alimentos ricos en carbohidratos…).
Hay componentes que contribuyen en gran medida a su producción y funcionan en acuerdo con el colágeno manteniendo el tejido conectivo (como el magnesio o la vitamina C, por lo que también se recomiendan tratamientos estéticos con estas propiedades y alimentos que las contengan).

No lo pienses y comienza a cuidarte. Muchos querrán verse y sentirse como tú, PERO SOLO TÚ TENDRÁS LA CLAVE