lunes, 22 de septiembre de 2014

QUIERO UN CAMBIO EN MI VIDA ¿POR QUÉ LO NECESITAMOS?


No pienses que eres el único que de repente un día siente estar aburrido de su vida, de lo mismo de siempre, de las mismas personas que lo rodean o del mismo entorno. No hay un motivo concreto que te haya llevado a ello, ni una preocupación  específica causante de ese sentimiento; es tan solo que, en ocasiones, te paras en seco y sientes que no avanzas, que el entusiasmo o la ilusión por las cosas ya no están presentes como antes, que estás cansado de todo.
Todas y absolutamente todas las cosas que nos rodean interfieren en nuestra sensación de bienestar. Todo lo que somos y el cómo nos sentimos guarda una estrecha relación con nuestras actitudes y nuestras actuaciones cotidianas. Por ello, la forma de relacionarnos con los demás, nuestros amigos, familia, nuestra pareja o compañeros de trabajo, dependerá de cómo nos sintamos con nosotros mismos, y esto a su vez, depende de lo realizados o felices que creamos ser.

Y ocurre que, cuando llevamos un tiempo considerable sin introducir cambio alguno en nuestro día a día, dejamos de aprender y conocer cosas nuevas, dejamos de tener nuevas experiencias que nos enriquezcan y nos den vida, dejamos de arriesgarnos y sentir la adrenalina que nos aporta esa incertidumbre de lo novedoso. Es entonces cuando llega el aburrimiento, la monotonía, y esa horrible sensación de que pasan los meses y no nos movemos del punto de partida. Los días son exactamente iguales, te levantas por la mañana, vas al trabajo o a estudiar, comes, haces algo de deporte con suerte, y vuelta a casa a poner el despertador.

Cambia el chip ahora que puedes. El tiempo pasa demasiado deprisa y la única forma de que no nos sintamos estancados es introducir cambios en nuestra vida!
Gran parte de nuestra sensación de felicidad nos la aporta el crecimiento personal (en el trabajo, en la relación sentimental, en nuestras relaciones sociales…), y eso se consigue con cambios mínimos en nuestra rutina. Cualquier cambio que realices en tu vida, por pequeño que sea, traerá otros nuevos cambios de manera consecutiva, liberando el potencial oculto y dormido que llevábamos dentro.
Por ejemplo, si siempre tomas el coche para ir al trabajo, cámbialo un día por el autobús. Eso hará que tomes una nueva ruta, y a su vez, quién sabe, quizás conozcas a alguien que trabaja dando clases de yoga, y comienzas con esa actividad; tras este cambio conoces en clases al responsable de una nueva empresa, y de nuevo tras una charla e intereses similares acaba por proponerte la incorporación.

Esto es solo uno de los tantos y tantos cambios que podrían acontecer en tu vida si dieses pie a ello, sin estancarte en lo conocido que tanto aburrimiento llegará a traerte. Y ocurre con cualquier aspecto de tu vida; el cambio puede estar presente desde en la manera de cocinar o donde compres los ingredientes, hasta en la gestión de tus horarios en el día.


No consiste en mirar a los demás y compararnos con ellos, sino en superarnos a nosotros mismos, marcarnos nuevos retos y alcanzarlos. Las quejas nos limitan y nos anclan en la situación en la que nos encontramos, de modo que hay que fijarse metas e ir poco a poco introduciendo cambios a partir de los cuales lograr el objetivo. De esta forma incorporamos factores interruptores de la rutina, y nos embarcamos en aventuras que detendrán el tiempo evitando esa sensación del paso de los años a velocidad del rayo.

QUIERES CAMBIOS DE VERDAD?  Piensa en esto:

*  Por qué no cambiar cuando las cosas cambian?  Por qué cuando empezamos a sentirnos diferente respecto a algo no decidimos cambiar también?
* Si siempre haces las cosas, no te preguntes por qué tu situación o tus sensaciones no mejoran. Tienes la respuesta en tu decisión de permanecer inmóvil.

* Si observas con rapidez los pequeños cambios que se van introduciendo en tu vida, te adaptarás mejor a los grandes cambios que están por venir.  Si cierras los ojos a esos nuevos sentimientos que afloran en ti, perderás las facilidades que la vida te da para reconducir tu vida.
* Conoce las alternativas de cambio antes de aislarte en la comodidad.  Investiga, pregunta, lánzate a buscar caminos que introducirán nuevas experiencias en tu vida.
* No esperes que nadie venga a salvarte de tu rutina. Tú decides tu vida, y tú mismo serás quien te haga feliz.
Tampoco vamos a negar que cuando abandonamos la rutina por un tiempo, al final siempre la acabamos echando de menos, pero entraríamos en el “ni contigo ni sin ti, ni tanto ni tan poco”.
La rutina nos aporta estabilidad y seguridad, y en cierta medida mantenerla presente en nuestras vidas es necesario para nuestra sensación de confort. La clave está en que dicha cotidianeidad no llegue a frenar nuestra creatividad y espontaneidad.
Para ello piensa en tus viejas costumbres (no es necesario eliminarlas si no lo deseas) escríbelas en un papel y búscales sustituto o nueva forma de llevarlas a cabo.

                           



Por otro lado, también es cierto que muchas veces atravesamos por momentos complicados en nuestra vida que frenan la ilusión y las ganas de un cambio. Problemas familiares, incompatibilidad con la pareja, conflictos con amigos, agotamiento y disgusto laboral… baja autoestima, por ejemplo, son algunos de esos aspectos.
En este último caso, hay que resaltar lo importante de sentirse bien con uno mismo.  Cuando nos gustamos y creemos gustar a la gente aumenta nuestra seguridad, la producción de feromonas y, en consecuencia, nuestro atractivo (recuerda el post Feromonas, las hormonas deCupido).

Sentirnos bien por fuera y por dentro nos aporta una sensación de bienestar que, a su vez, va a impulsarnos a atrevernos con todo, lo que nos ayudará indudablemente a no caer en situaciones de aburrimiento cotidiano.
 
Siéntete bien exteriormente, por qué no? Por qué no darle a tu cuerpo el cuidado y el mimo que merece? Por qué no beneficiarnos de una aconsejable limpieza de cutis para retirar de nuestro rostro impurezas, granitos, piel muerta… por qué no eliminar esas cartucheras o barriga que nos incordian y que impiden que podamos lucir la ropa que nos gusta y atraer miradas… o ese vello antiestético que desearíamos no tener…
Nunca es tarde para darnos el gusto de empezar a cuidarnos, y mucho menos a día de hoy, que existe todo tipo de flexibilidad y variedad en tratamientos y precios.
Siéntete bien interiormente! La salud mental es extremadamente importante, por ello necesitamos con urgencia incorporar deporte a nuestras vidas. Quienes ya lo practican saben de lo que hablamos (recuerden este post Razones por las que realizar ejercicio físico ). Cada vez que salgas de tu sesión deportiva sentirás ganas de más, te sentirás con ánimos de afrontar lo que venga en lo que quede de día, de hacer cosas, de alternar con gente… ducharás a los niños con alegría en vez de con cansancio, prepararás la cena con entusiasmo y creatividad en vez de con resignación… Pruébalo!
                                    

Nunca es tarde para introducir cambios en tu vida que puedan aportarte mayor felicidad!