Realizando
una actividad física seremos más felices y menos propensos a sufrir de
ansiedad, estrés o depresión, consiguiendo alcanzar un mayor bienestar personal
y mejorando nuestra autoestima y habilidades sociales.
Las
causantes de esta sensación de felicidad, vitalidad y euforia al terminar de
hacer deporte son las endorfinas,
pequeños péptidos o proteínas derivados de una glándula ubicada en la base del
cerebro, que se estimula cuando realizamos el deporte en cuestión. Lo que
ocurre entonces es que las endorfinas provocan un efecto sedante similar al que
produce la morfina, por lo que se las conoce como un “anestésico emocional
natural”.
Si sientes que las buenas noticias solo te dan alegría momentáneamente o con poca intensidad, es que tienes el nivel de endorfinas muy bajo. Normalmente las personas con pocas endorfinas son especialmente sensibles, costándoles mucho más superar las decepciones, traumas o reveses de la vida, y viéndose atrapadas por ellos durante mucho más tiempo.
Es algo que también puedes percibir porque se trata de personas que lloran más fácilmente, o se sienten tristes a menudo, y en ocasiones sin motivo aparente.
Igualmente, se aprecia en ellos intentos de evitar confrontaciones o incluso acercamientos más profundos o serios con otras personas, por temor al dolor que saben que tanto les cuesta superar, y que este tipo de relaciones pueden ocasionar.
Por tanto, si tu nivel de endorfinas es bajo, te llevará más tiempo y esfuerzo superar los momentos dolorosos o complicados que se presenten en tu vida, de manera que realizar deporte puede ser la solución a prácticamente tus problemas. Y no se trata de ninguna exageración, pues todo lo que tenemos en esta vida son momentos felices y tristes, a los que llegamos con cada uno de nuestros actos diarios.
Solo realizando una actividad física, sea cual sea esta, notaremos un gran cambio en nuestras vidas. ¿Por qué creías que la gente se engancha al gimnasio o se vuelve adicta al ejercicio físico?
Por otro lado, si no practicamos ejercicio, con el tiempo sentiremos una enorme disminución en nuestra capacidad de resistencia frente a circunstancias de nuestro entorno, y mayormente será debido a que el corazón se debilita, los huesos y músculos se atrofian, se produce una pérdida acelerada de la movilidad de las articulaciones, las células envejecen con mayor rapidez, y disminuye el impulso sexual.
Poco a poco nos iremos viendo menos ágiles y menos flexibles en nuestras actividades cotidianas, y seremos conscientes de cómo disminuyen nuestros reflejos.
Además, si no practicamos deporte el exceso de grasa instalado en nuestro cuerpo permanecerá junto a nosotros sin compasión alguna, llevándonos a mostrar kilitos de más, e incluso alcanzando una obesidad considerable si el consumo de grasas es algo descontrolado en nuestra alimentación diaria.
Esto ocurrirá porque nuestro organismo acude a los hidratos de carbono que le proporcionamos para tomar la energía que necesita nuestro cuerpo a diario; solamente si llevamos a cabo una actividad física, conseguiremos que dicho organismo agote las reservas de hidratos y comience a tirar de la grasa acumulada para obtener la energía que le hace falta.
Aparte,
el tener una vida sedentaria nos
llevará, a largo plazo, a desarrollar enfermedades. Según indica el Colegio
Americano de Medicina del Deporte, así como la Organización Mundial de la
Salud, el llevar a cabo una actividad física frecuente nos protege de
enfermedades crónicas que se van desarrollando progresivamente desde que somos
pequeños. Algunas de ellas son las enfermedades del corazón (que podrían
llevarnos a una angina de pecho o a un infarto de miocardio, y no
necesariamente en la vejez), enfermedades de aparato digestivo (como pudiera
ser un cáncer de colon), enfermedades de vasos sanguíneos (como la hipertensión
o accidentes cerebro-vasculares), y enfermedades relacionadas con el exceso de
grasa (como la obesidad o el colesterol alto).
Sabiendo
todo esto, NUESTRA RECOMENDACIÓN MÁS
ABSOLUTA es que te incorpores al mundo del deporte, si es que aún no estás
en él.
Hay
muchas maneras de realizar ejercicio físico, pero ya sea para mantenerte en
forma, para quemar grasa o simplemente para sentirse más feliz, es necesario
ponernos en movimiento.
Realizar gimnasia aeróbica de alto impacto puede que sea lo más entretenido para eliminar calorías, sobretodo si incorpora ejercicios con steps. Si deseas mantener una rutina algo más exigente y efectiva, siempre puedes salir a correr o hacer bicicleta, algo bastante ameno si se trata de clases al ritmo de la música.
Si por el contrario no disfrutas de los deportes de impacto pero igualmente deseas estar en forma, prueba con la natación, donde también trabajarás todos los grupos musculares del cuerpo, al tiempo que mejorarás la respiración y flexibilidad.
Tampoco
podemos olvidarnos de una de las opciones más dinámicas, divertidas y eficaces:
el baile.
Finalmente,
y si tu rutina diaria no te permite dedicar excesivo tiempo a actividades
deportivas, llega la solución más efectiva, un verdadero descubrimiento con el que conseguir los mismos resultados
que realizando ejercicio físico, acudiendo a tu centro de estética de
confianza: la plataforma vibratoria.
Pon
en marcha a tu cuerpo y siente los efectos de llevar una vida saludable!