Piernas
perfectas? Te proponemos dos opciones distintas.
Elige la crema ideal, efecto frío o calor, de la mano de unos componentes únicos para alcanzar los beneficios que buscas, al tiempo que hidratas y nutres tu piel.
Elige la crema ideal, efecto frío o calor, de la mano de unos componentes únicos para alcanzar los beneficios que buscas, al tiempo que hidratas y nutres tu piel.
Con
la correcta regeneración celular ayudaremos a eliminar imperfecciones cutáneas,
ya sean estrías, celulitis, sequedad… Permitiremos que la dermis se renueve y
luciremos una piel tersa y sana.
Para
ello es necesario emplear la crema que más se ajuste a tus necesidades, por lo
que vamos a hablaros de dos buenas alternativas a las que podéis acudir si
queréis los mejores resultados.
Existen
infinidad de productos de belleza que aseguran alcanzar resultados inmejorables
en muy pocos días. Falso. ¿Lo dudabais?
Lo que sí es cierto es que algunos de ellos cuentan con la concentración correcta de una serie de componentes que sí que inducen a tu organismo a fabricar de manera natural distintos elementos necesarios para una correcta regeneración y mejora de la piel.
Algunos de ellos simplemente se valen de ser marcas conocidas para elevar los precios desorbitadamente, pero puedes encontrar cremas perfectas e incluso más efectivas en espacios profesionales, como puede ser tu centro de estética habitual.
Si cuentas con problemas circulatorios y retienes líquido, seguramente te haya ocasionado celulitis, varices, piernas cansadas o hinchazón.
Por tanto, tu crema ideal debe ser efecto frío, con un triple efecto: anti celulítico, reafirmante y relajante de piernas.
Además, para un efecto visible tras su uso periódico, deberá estar hecha a base de: guaranina (cafeína y teobromina) que ejercerá una acción queratolítica sobre los nódulos de grasa, provocando una disminución de los mismos, extracto de té verde, extracto de viña roja, extracto de ginkgo biloba, extracto de centella asiática (con un efecto totalmente reafirmante y antiestrías), extracto de hiedra (descongestivo y regulador de la circulación), y extracto de fucus (un alga con alto porcentaje de yodo).
Lo que sí es cierto es que algunos de ellos cuentan con la concentración correcta de una serie de componentes que sí que inducen a tu organismo a fabricar de manera natural distintos elementos necesarios para una correcta regeneración y mejora de la piel.
Algunos de ellos simplemente se valen de ser marcas conocidas para elevar los precios desorbitadamente, pero puedes encontrar cremas perfectas e incluso más efectivas en espacios profesionales, como puede ser tu centro de estética habitual.
Si cuentas con problemas circulatorios y retienes líquido, seguramente te haya ocasionado celulitis, varices, piernas cansadas o hinchazón.
Por tanto, tu crema ideal debe ser efecto frío, con un triple efecto: anti celulítico, reafirmante y relajante de piernas.
Además, para un efecto visible tras su uso periódico, deberá estar hecha a base de: guaranina (cafeína y teobromina) que ejercerá una acción queratolítica sobre los nódulos de grasa, provocando una disminución de los mismos, extracto de té verde, extracto de viña roja, extracto de ginkgo biloba, extracto de centella asiática (con un efecto totalmente reafirmante y antiestrías), extracto de hiedra (descongestivo y regulador de la circulación), y extracto de fucus (un alga con alto porcentaje de yodo).
Si tu problema tiene que
ver mayormente con la grasa o la celulitis, tu crema es la de efecto calor, cuya fórmula favorece
la combustión de las grasas y reduce los nódulos adiposos, al tiempo que con
ello mejora la circulación y produce un efecto reafirmante.
Su concentración ideal debe contener al menos varios de los siguientes componentes, por no decir todos: centella asiática con la que estimular el crecimiento celular y la formación de las células de colágeno, a la vez que proporciona efecto reafirmante y antiestrías. , L- carnitina para favorecer la combustión de las grasas, cafeína para conseguir una acción queratolítica sobre los nódulos de grasa provocando una disminución de los mismos, extractos de hiedra (descongestivo y regulador de la circulación), de acebo (con acción anticelulítica y antiedematosa con la que bajar la inflamación de los nódulos linfáticos que provocan la celulitis), y fucus.
Su concentración ideal debe contener al menos varios de los siguientes componentes, por no decir todos: centella asiática con la que estimular el crecimiento celular y la formación de las células de colágeno, a la vez que proporciona efecto reafirmante y antiestrías. , L- carnitina para favorecer la combustión de las grasas, cafeína para conseguir una acción queratolítica sobre los nódulos de grasa provocando una disminución de los mismos, extractos de hiedra (descongestivo y regulador de la circulación), de acebo (con acción anticelulítica y antiedematosa con la que bajar la inflamación de los nódulos linfáticos que provocan la celulitis), y fucus.
Se puede decir que esta sería una de las concentraciones más completas que puedes encontrar en el mercado.
El efecto se potenciará enormemente si aplicas dicha crema o gel 2 veces al día, pero si tu economía no te lo permite, con una sola vez y un ligero masaje con el que hacer penetrar mejor el producto bastará.
Evidentemente
es imprescindible una correcta alimentación y beber mucha agua para alcanzar el
efecto deseado, no nos van a caer del cielo resultados espectaculares si
nuestra alimentación es a base de grasas y azúcares, entre otras cosas.
Un
70% aproximadamente de nuestro cuerpo es agua, pero tan solo el 20% de esta se
encuentra en nuestra dermis y epidermis. El agua es responsable de la tonicidad
y elasticidad de la piel. El clima, el estrés y distintos agentes internos hacen
que el beber agua no sea suficiente, por lo que se requiere de la aplicaciñón
de dichas cremas para mantener un equilibrio cutáneo y restaurar los mecanismos
naturales de hidratación que se ven retardados por el envejecimiento celular.
Por
tanto, se hacen imprescindibles estos productos específicos que aumenten el
manto hídrico sobre la dermis, que activen la circulación del agua entre célula
y célula de la epidermis, y que retengan y fijen dicho agua en la capa córnea
adoptando su función de barrera natural.
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